miércoles, 29 de octubre de 2008

Conducir bajo la lluvia

Esto es un artículo muy interesante publicado en Terra:

Tips para conducir bajo la lluvia

La lluvia es causa de una serie de factores que afectan el manejo de nuestro auto y que pueden ponernos en situaciones de riesgo, por lo que manejar en lluvia requiere de mayor concentración y precaución, ya que el agua provoca que el asfalto sea resbaladizo, provocando la pérdida del control del auto.

Nuestro auto necesita tracción para acelerar, girar o detenerse, las ruedas desarrollan dicha tracción cuando el asfalto está limpio y seco, pero si nos topamos con contaminantes como la tierra, el lodo, el hielo, la nieve o el agua, entre otros, el agarre disminuye.

La textura del pavimento marca la diferencia respecto a un buen o mal agarre del auto, por ejemplo, el asfalto que está muy dentado, es decir; con textura poco lisa, puede ofrecer una mejor tracción cuando hay presencia de humedad.

Muchas veces los choques bajo la lluvia son consecuencia de conductores que no guardan su distancia al conducir, existe poca visibilidad o bien son reacciones de personas que tienen miedo de manejar bajo la lluvia y caer en algún bache que no tienen identificado. En fin, son muchas las causas que forman parte de la gama de accidentes provocados a causa de la lluvia, por lo que manejar bajo este fenómeno requiere de mayor concentración y precaución al volante.

A continuación te damos algunos tips para que los lleves a cabo cuando manejes en terreno mojado;

- Guarda la distancia; no te acerques demasiado al vehículo que llevas delante para evitar el denominado efecto spray, donde la lluvia pulverizada y sucia va a parar a tu parabrisas, además, en caso de tener que frenar tendrás poco espacio para detener tu auto, aumentando la probabilidad de estrellarte contra el auto de enfrente.

- Cambio de temperatura; el cambio de temperatura interior y exterior empaña los cristales, por lo que es necesario hacer uso de la recirculación del climatizador o aire acondicionado.

- No realices movimientos bruscos; recuerda que la lluvia y la niebla reducen la adherencia de las llantas sobre el asfalto hasta en un 50%, lo que implica mayor probabilidad de perder el control del auto ante cualquier situación no esperada.

- Frena con suavidad y a pisadas cortas; esto es con la finalidad de no bloquear la dirección y secar la humedad de las pastillas. En caso de haber pasado por algún lugar donde el agua tiene un nivel alto, después de haber salido del gran charco o parte inundada, se recomienda que se frene dos o tres veces para secar los tambores y/o los discos, seguramente se mojaron las pastillas de los frenos, continúa manejando despacio y pisa en repetidas ocasiones con el vehículo prendido, el pedal de freno suavemente a efecto de secar la superficie de frenado de los discos y/o tambores mojados.

- Enciende las luces; es muy importante ver y ser visto cuando llueve. Si la lluvia es muy intensa, debes encender las luces de niebla delanteras y traseras, además de la luz de corto alcance. Si vas muy despacio, no dudes en poner el warning para anunciar que vas a una velocidad más reducida. Algunas veces nuestros faros están sucios o bien no iluminan lo suficiente, esto puede contribuir a la posibilidad de que tengamos un accidente o bien a que corramos el riesgo de atropellar a alguien por la falta de visibilidad. Es indispensable que limpies los faros de tú auto o bien que cambies los faros de halógeno por unos de xenon, que incrementarán notablemente la visibilidad en condiciones de lluvia fuerte.

- Precaución con los baches; nunca atravieses un charco muy grande sin comprobar su profundidad o que otro auto haya pasado antes. Evita pasar por lugares donde el nivel del agua sea alto, ya que si llega a entrar agua en el motor, puede provocar una avería grave y muy costosa. Recuerda que es mejor manejar a baja velocidad, ya que si por casualidad llegamos a caer en un bache, entre más rápido conduzcamos, mayor será el golpe que reciba nuestra llanta y mayor será la probabilidad de que lastimemos el neumático y el rin. Estos golpes pueden ser tan fuertes que hasta la suspensión puede resultar dañada en un impacto de esta naturaleza.

- Precaución a la hora de rebasar; solo rebasa en caso muy necesario, házlo con mucha precaución y recuerda guardar tú distancia con el auto de enfrente.

Algunos tips de mantenimiento preventivo para evitar un accidente cuando llueve son;

- Mantener la presión de las llantas en el nivel recomendado y reemplázalos cuando sea necesario. - Reemplaza cada año los limpiaparabrisas y aplicar al parabrisas algún producto que disperse la lluvia para tener mejor visibilidad.

- Revisa el depósito del líquido limpiaparabrisas y rellenarlo con líquido especial.

El aquaplaning

Las llantas pueden tener lo que se denomina aquaplaneo, que es la acumulación de agua entre la llanta y el piso, situación que disminuye la tracción de nuestro auto. Las llantas lisas tienden a ser susceptibles al aquaplaneo, ya que el dibujo de las mismas, es lo que permite que el agua sea desalojada para permitir mayor agarre al manejar.

Este es uno de los efectos más peligrosos de la lluvia, debido a que provoca el deslizamiento y el descontrol del auto a causa de que las llantas son incapaces de evacuar el agua que hay en el asfalto.

Para evitarlo, se recomienda no frenar y levantar suavemente el pie del acelerador, al mismo tiempo que se sujeta con fuerza el volante. No intentes cambiar la trayectoria del auto y no frenes hasta que sientas que el auto ha recuperado el contacto con el suelo.

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